Tras dos años de pandemia, el sonido de la chirimía -que en algunos pueblos anuncia sus festividades- se volvió a escuchar por las principales calles de la ciudad, para invitar junto a la Diosa Centeotl, representada este año por la joven, Jacsenic Maybeth Rodas González, originaria de Santo Domingo Tehuantepec, a las y los oaxaqueños, así como a quienes están de visita por la entidad, a disfrutar de la máxima fiesta de las y los oaxaqueños.
La Flor de Piña de San Juan Bautista Tuxtepec y la Danza de la Pluma de Villa de Zaachila y Cuilapam de Guerrero, también emocionaron a las personas.
En este mosaico musical también participaron las delegaciones de Villa Sola de Vega, Loma Bonita, Huautla de Jiménez, San Sebastián Tutla, San Andrés Huaxpaltepec y Santa María Zacatepec mostraron sus zones.
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En este encuentro de amena convivencia, el Mandatario Oaxaqueño agradeció la presencia de las delegaciones participantes, las cuales -dijo- son poseedoras de una cultura única milenaria, al tiempo de reconocerles por mantener viva y compartir sus tradiciones en lo que hoy es considerada la fiesta étnica más grande América Latina.