
Con estas palabras de bienvenida inició la octava del Lunes del Cerro, la festividad étnica racial más grande de América Latina en la que reinó la magia y el folclor emanado por las 14 delegaciones de las ocho regiones de Oaxaca, que estuvieron acompañadas por los acordes de la Banda de Música de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca, bajo la batuta del maestro Calixto García Baltasar.

Desde el Palco B, el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa y su esposa Ivette Morán de Murat, así como la representante de la Diosa Centeotl y Embajadores de la Unión Europea que asistieron como invitados especiales, presidieron esta fiesta de hermandad.
La función matutina de la octava del Lunes del Cerro contó con las danzas más representativas de Oaxaca como la Danza de la Pluma a cargo de la delegación de San Bartolo Coyotepec de los Valles Centrales; y "Flor de Piña" a cargo de las 36 mujeres de la delegación de San Juan Bautista Tuxtepec que bailaron de manera sincronizada, cautivando a las más de 11 mil personas que abarrotaron el recinto.
Al ritmo de la chilena mixteca, los Diablos de San Sebastián Tecomaxtlahuaca también presentaron su danza, seguidos por el Fandango de Varitas de la comunidad costeña de Villa de Tututepec. Los sones mazatecos de la región Cañada a cargo de Huautla de Jiménez también se pudieron apreciar
Del Istmo de Tehuantepec, Juchitán de Zaragoza presentó sus sones "La Llorona", "La Martiniana", "Fandango Teco" y "El Feo" que se bailan en las velas en honor a su Santo Patrón. En este marco, la delegación aprovechó el espacio para agradecer la solidaridad y el apoyo recibido durante los sismo del año pasado.
El "Jarabe de la Botella" de Teococuilco de Marcos Pérez de la Sierra Norte; “La Borrachita" de San Pedro Ixcatlán de la Cuenca del Papaloapan y el "Jarabe de la Rosa" de San Francisco Sola de la Sierra Sur también cautivaron al público.

Asimismo, Ocotlán de Morelos presentó "La Llevada de Guajolote", una tradición que se realiza desde el siglo XIX para celebrar la unión de los novios.
La función matutina de la máxima fiesta de las y los oaxaqueños terminó con los sones, juegos y chilenas de Santiago Jamiltepec perteneciente a la costa oaxaqueña que previamente inundó de picardía el Auditorio con los versos de Santa María Huatulco.
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