Este lunes 17 de julio, más de 11 mil personas disfrutaron del mosaico cultural que representa la Guelaguetza, la máxima fiesta de los oaxaqueños, que este año exhibió con orgullo sus bailes, música, el colorido de sus trajes regionales, y sobre todo, el sentimiento de hermandad que une a los oaxaqueños de las ocho regiones del Estado.
Durante la primera edición, luego de que la Diosa Centéotl ofreciera la bienvenida a los visitantes locales, nacionales y extranjeros, arribaron con su entusiasmo característico, las Chinas Oaxaqueñas, ataviadas con rebozos, faldas multicolores y canastas adornadas con flores, con las que se dio inicio a esta festividad con el tradicional convite que hizo vibrar el Auditorio Guelaguetza, al ritmo del Jarabe del Valle.
Las más de 11 mil almas que se concentraron en esta primera edición, disfrutaron por más de más de cuatro horas de los sones y jarabes de Tlaxiaco, cuya delegación arranco suspiros al entonarse la “Canción Mixteca”, de José López Alavés, las tradiciones de Juchitán de Zaragoza y Santiago Niltepec y de los obsequios que ofrecieron los representantes de las 15 delegaciones.
La Danza de los Rubios de Santiago Juxtlahuaca, antecedida por el Jarabe Usileño de San Felipe Usila, los sones mixes de Santa María Tlahuitoltepec, y los sones mazatecos de Huautla de Jiménez.
Entre las presentaciones más ovacionadas de esta primera edición, sobresalió la Danza de la Pluma, de la Villa de Zaachila; y la inigualable Flor de Piña, de San Juan Bautista Tuxtepec; el Jarabe Ejuteco, de Ejutla de Crespo y el Torito Serrano de San Pablo Macuiltianguis.
Y por la tarde continúo la Fiesta multicolor en el auditorio Guelaguetza
Por la tarde nuevamente la Rotonda de las Azucenas se vistió de alegría y color, durante la segunda emisión del Primer Lunes del Cerro, en donde con un lleno total del auditorio Guelaguetza se dio muestra nuevamente de la riqueza cultural que el Estado comparte con propios y visitantes.
Durante la emisión vespertina, la picardía de los versos de la delegación de Santa María Huatulco, contagió de alegría a los miles de asistentes, además de la euforia que desató la presentación de la delegación de San Juan Bautista Tuxtepec, con el baile “Flor de Piña” que provocó nuevamente la ovación de los asistentes, al igual que los “Danzantes de la Pluma”, presentados con gallardía por hombres de San Bartolo Coyotepec.
San Pedro Amuzgos, presentó su tradicional fandango y carnaval; seguido de “La mayordomía y jarabe del valle” de la delegación de Tlacolula de Matamoros; los Sones Mazatecos de San Pedro Ixcatlán; “La Ofrenda”, de Santa Catarina Ticuá; los Sones y Jarabes de Villa Hidalgo Yalalag; además de un Homenaje al compositor istmeño, Jesús Rasgado, con sones y canciones por parte de la delegación de Asunción Ixtaltepec.
A una sola voz, los miles de asistentes corearon con nostalgia la Canción mixteca, para dar paso a la presentación de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, quienes compartieron sus “Sones y jarabes de Tlaxiaco” y las siempre alegres Chinas Oaxaqueñas, quienes se encargaron de cerrar la segunda emisión de este Primer Lunes del Cerro.
Luego de disfrutar un colorido espectáculo de música y tradiciones, el cielo de Oaxaca se iluminó con luces multicolores de pirotecnia. De esta manera los oaxaqueños de las ocho regiones compartieron con México y el mundo, la riqueza cultural del Estado y las tradiciones arraigadas por generaciones, en la edición 85 de la Guelaguetza.
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